Las denuncias por abusos sexuales a menores han aumentado el 19% en los últimos cinco años en Catalunya, pasando de 345 en el 2011 a las 410 del 2015, según una respuesta parlamentaria del 'conseller' de Interior, Jordi Jané. Los expertos consultados por EL PERIÓDICO consideran que este incremento se debe a una mayor sensibilización por parte de la sociedad en general, aunque también destacan que todavía gran parte de los casos no llegan a manos de la policía y de la justicia. Y es que el 85% de los casos se producen en el seno del ámbito familiar.
Las denuncias por abusos sexuales de niños han ido aumentando año a año y poco a poco. En el 2011, se registraron 345; en el 2012, 351; en el 2013, 360; en el 2014, 391, y en el 2015, 410, según datos de la Conselleria d’Interior. Se desconoce cuántas de estas denuncias han prosperado y cuantas se han archivado, ya que las estadísticas judiciales, según fuentes del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya(TSJC), no diferencian los delitos sexuales cometidos sobre menores y sobre adultos.
Fuentes de los Mossos han remarcado que el repunte no debe interpretarse como un aumento de este tipo de delitos, sino como un incremento de las personas que se atreven a denunciarlos. Esta lacra tiene “una cifra oculta”, según las mismas fuentes, pues afloran a la superficie solo una parte de los casos. “Cualquier tipo de abuso, grande o pequeño, haya o no prescrito, se tienen que poner en conocimiento de la policía”, aseguran.
PROFESORES Y MÉDICOS
El abogado Xavier Puigdollers, presidente de la sección de infancia infantil y adolescencia del Col·legi d’Advocats de Barcelona, asegura que el aumento de las denuncias por abusos sexuales a menores se debe a una mayor concienciación de la sociedad, aunque subraya que sería interesante saber cuántos casos se archivan y cuántos acaban en condena. En su opinión, la mayor sensibilidad no es solo a nivel general, sino también de los padres y de los profesionales que tratan con menores, desde profesores a pediatras y a médicos de urgencias.
Puigdollers destaca que existe aún un alto porcentaje de casos que no se denuncian por miedo o por ignorancia de la víctima sobre lo que está sucediendo. Según este abogado, pueden pasar muchos años hasta que el menor que ha sufrido abusos es consciente de lo que ha pasado y cuando quiere denunciar el delito ha prescrito por el paso del tiempo. Un caso claro es lo que ha pasado en dos colegios de los Maristas de Barcelona. De las 36 denuncias presentadas contra 11
"SI LO CUENTAS, NO TE VAN A CREER"
Los magistrados del Tribunal Supremo han alertado de que, en un alto porcentaje, las víctimas denuncian tarde por miedo o coacciones de su agresor, destacando la importancia de acometer políticas de prevención. “En muchos de los casos el condenado puede figurar en el álbum familiar o en una foto de salón, junto a la víctima“, subrayan las conclusiones de un estudio elaborado por el alto tribunal sobre este tipo de delito a partir de varias sentencias. Un 33% de las sentencias que revisa la sala penal del Supremo versan sobre abusos a menores.
Una de las frases más habituales del agresor es: "Si lo cuentas, no te van a creer". O también: "Si lo cuentas me iré de casa y la familia sufrirá por tu culpa". Según los jueces, existe "una desproporción entre las posiciones de abusador y abusado, que determina una conducta de presión moral sobre la parte débil". Uno de los perfiles del pederasta corresponde a un hombre en paro y que comete el delito mientras su pareja, que es la madre de la víctima, trabaja. También hay abuelos que sufren algún tipo de demencia o familiares que comparten piso con la víctima.
exprofesores solo siguen cuatro contra uno.
Para Puigdollers lo difícil es detectar que un niño ha sido víctima de abusos sexuales, ya que es complicado que lo explique. De ahí que los menores deban tener una persona de referencia y confianza. “Más educación sexual y más prevención”, señala el letrado, pero no solo desde la escuela, sino también desde la familia. “Los padres han de redescubrir su papel educador. Potenciar la relación familiar en positivo”, asegura.
PÉRDIDA DEL MIEDO
El abogado Iban Fernández, que ejerce la acusación contra el exprofesor de los MaristasJoaquim Benítez, sostiene que “la causa del aumento de denuncias por abusos sexuales la debemos buscar en la pérdida del miedo de las víctimas a dar el paso. Poco a poco el miedo va dejando paso a la búsqueda de justicia”. Destaca que la evolución es muy similar a la que hace años experimentaron las víctimas de violencia machista. “Las campañas de concienciación y la presencia en los medios de comunicación han llevado a que el abuso deje ser considerado como una vergüenza pública y pase a ser un delito que debe ser denunciado”.
En opinión de este letrado, los abusos cometidos en el seno de ciertas instituciones, como colegios o clubs deportivos, ya no se ven como imposibles de demostrar “por la actitud obstructora” de esas entidades, que cada vez más “aíslan al delincuente y no le disculpan para salvar su prestigio”. Pese a que todavía resisten actitudes opacas como la de los Maristas, el abogado señala que en “esos comportamientos son cosa del pasado, ya que las instituciones deben rendir cuentas ante la sociedad sobre la forma de gestionar estos abusos”.
El fiscal Diego Villafañe, de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), apunta la dificultad probatoria en los casos de abusos sexuales a menores. En un juicio se escuchan dos versiones contradictorias: la del agresor, que niega todo, y la de la víctima, que acusa. “No solo se debe tener en cuenta al testigo, sino también los informes forenses y psicológicos. El objetivo es que los jueces valoren la credibilidad de la víctima y descarten elementos espúreos, como problemas de familia. Por eso, existe la tendencia de citarlos en el juicio, aunque puede evitarse con la exploración previa del niño", asegura el fiscal.
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