Al exponer un informe sobre las indagaciones de este delito, y que contempla más de 400 recomendaciones, dicha comisión señaló que decenas de miles de niños fueron abusados sexualmente en las instituciones australianas.
Es tal el alcance de los hechos que la comisión encargada del estudio reportó que la iglesia católica, con fuerte presencia en Australia, el pasado febrero, recibió 4500 quejas por presuntos abusos a menores cometidos por 1880 miembros de la institución religiosa, sobre todo entre 1980 y 2015.
'Nunca sabremos la cifra, pero cualquiera que sea, supone una tragedia nacional perpetrada durante generaciones dentro de nuestras más respetadas instituciones', enfatiza el documento entregado por Peter McClellan, presidente de la Comisión de Investigación Real. Más de la mitad de las víctimas afirmaron que tenían entre 10 y 14 años cuando fueron abusadas por primera vez y el tiempo que padecieron estas agresiones duró 2,2 años de media. En ellas se recogen 6.875 experiencias de personas que fueron presuntamente abusadas sexualmente, de las que el 64,3% eran niños y en el 93,8% de los abusadores fueron hombres adultos.
¿Qué hizo la Iglesia Católica?
La comisión especial que ha investigado la pederastia en Australia (Comisión Real en Respuestas Institucionales al Abuso Sexual Infantil) ha calificado este viernes de "tragedia nacional" los resultados de un informe que ha elaborado sobre los abusos sexuales a menores en instituciones públicas y religiosasy en el que ha documentado a más de 8.000 víctimas.
"La Santa Sede está con la Iglesia católica de Australia - con sus fieles, tanto laicos como religiosos- y escucha y acompaña a las víctimas y sobrevivientes en un esfuerzo por la curación y la justicia", agregó.
La Iglesia Católica de Australia valora renunciar al celibato obligatorio de los sacerdotes, vinculándolo con los abusos sexuales de menores, según revelan miles de casos abiertos en el país, informó Sydney Morning Herald citando al arzobispo católico de Melbourne, Dennis Hart.
Era costumbre ignorar y hasta castigar a los niños que denunciaban agresiones, advierte el estudio.
Hoy, el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, anunció que el Gobierno destinará unos 40 millones de dólares (34 millones de euros) para apoyar el acceso a las indemnizaciones y la creación de una fuerza para considerar y coordinar las acciones tras las recomendaciones.
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