lunes, 14 de julio de 2014

Una prueba clave en casos de abuso cayó casi a la mitad


De enero a junio, la demanda de audiencias  para que niños y adolescentes posiblemente abusados cuenten sus vivencias en la Cámara Gesell cayó casi a la mitad en relación con igual período de 2013, a partir de la implementación del nuevo código penal.

La fuerte caída que se registró en el primer semestre de este año  no indica en absoluto que haya una menor cantidad de chicos presuntamente abusados o que se denuncie menos. Procedimientos nuevos, trabas y vacíos legales que surgen de la reforma judicial aplicada en enero de 2014 parecieran desalentar el acceso de los niños a una Cámara Gesell.
El fenómeno se desprende de las estadísticas del Gabinete Psiquiátrico y Psicológico del Poder Judicial, al evaluar los datos de la primera circunscripción judicial, que va de Rincón de los Sauces hasta la capital e incluye a las localidades de la Confluencia.

Para la Fiscalía que investiga el abuso sexual infantil, el número de casos sigue siendo alarmante. Ocurre que, con la implementación del nuevo código, los defensores tienen que estar de acuerdo con esta práctica. Pero lograr eso cuanto menos ralentiza el proceso porque suelen presentar objeciones, que luego deben ser resueltas por un juez.

Preocupa mucho esta situación a la fiscalía y al gabinete de trabajo que concreta las entrevistas, ya que los menores que pueden haber sido abusados sexualmente no están llegando en tiempo y forma a contar lo que les pasó por obstáculos que la propia Justicia genera en el curso de una causa. Si no se produce la Cámara Gesell, no se escucha a los niños. Y así se cae la principal prueba que existe en casos de abuso infantil. Este es el riesgo que se está corriendo.

“Con el nuevo código, hace falta el acuerdo de la defensa de los imputados. Si no se logra, hay que pedir una audiencia de anticipo de jurisdicción para llevar el planteo ante un juez de garantías y, no conforme con eso, si los defensores impugnan, hay que esperar que resuelva un tribunal. Esto, cuanto menos ralentiza el trámite. Estamos hablando de dos audiencias como mínimo antes de hacer la Cámara Gesell y no son de un día para otro. Ahí está la merma, se produce una dilación extra que es tremenda”, explicó el fiscal Gustavo Mastracci, de Delitos Sexuales.

Advirtió que el porcentaje de casos que llegan a juicio y terminan con una condena es “altísimo”, lo que a su entender también explica por qué “los defensores patalean” cuando se solicita esta medida.

Además, notó que está llevando mucho tiempo procesar los expedientes nacidos en los seis juzgados penales, los que ahora se concentran en una sola fiscalía que se encarga de este tipo de delitos sexuales.

Con el viejo sistema, los fiscales pedían la Cámara Gesell y el juez la ordenaba casi de inmediato. Ahora, indicó Mastracci, no solo hay que lograr acuerdo, sino que no es obligatorio hacerla.

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