jueves, 12 de junio de 2014

Denuncian abusos contra menores migrantes en centros de detención de EU



MÉXICO, D.F. (apro).- Al menos 116 niños y adolescentes de entre cinco y 17 años, entre ellos embarazadas y lactantes, fueron víctimas de abusos verbales, físicos y sexuales en centros de detención fronteriza, entre marzo y mayo de este año.
Así lo dieron a conocer organizaciones de derechos civiles y defensoras de inmigrantes que este miércoles presentaron una queja contra la Policía de Aduanas y Protección Fronteriza a las que acusan de cometer los abusos, informó la agencia AP.

La mayoría de los menores son centroamericanos y viajan por su cuenta para escapar de las zonas violentas en las que viven, dijo Ashley Huebner, abogada del Centro Nacional para la Justicia Migratoria, una de las organizaciones que presentó el reclamo.
“Estos chicos no estarían haciendo un viaje tan increíblemente peligroso, arriesgando sus vidas en muchos casos, si es que no hubiera condiciones terribles en sus países de origen que los estuvieran empujando hacia aquí”, sostuvo la abogada.

El reclamo, que también incluye a la Patrulla Fronteriza, exige “reformas inmediatas”, debido a la crisis humanitaria causada por el aumento en el número de niños que cruzan la frontera solos.
La queja enviada al Departamento de Seguridad Nacional, documenta al menos 116 casos de niños entre cinco y 17 años que fueron recogidos entre marzo y mayo de este año que fueron violentados.
Precisa el caso de una niña de 15 años quien dijo haber sido violada y golpeada por un agente al ser detenida y el de otra guatemalteca de la misma edad quien llegó con su hijo de dos años y presuntamente le hicieron limpiar los baños.

Del total de menores rescatados, al menos la mitad afirmó que se le negó cuidado médico y más de 50% dijo haber sufrido agresión verbal. Uno de cada cuatro reportó algún tipo de abuso, desde agresión sexual hasta empujones, patadas y puñetazos.

Además las organizaciones destacan en la queja su preocupación por el cumplimiento de las leyes, el uso de grilletes y condiciones inhumanas en los centros de detención.
Los nombres de los menores no se mencionan en la queja pero fueron enviados al Departamento de Seguridad Nacional para su investigación.
Los activistas refieren que, por lo general, los niños no recuerdan dónde han estado o los nombres de los agentes que presuntamente los abusaron. Además, afirman, tienen miedo de quejarse por temor a socavar sus casos migratorios o sufrir represalias.
Y no les falta razón porque no es la primera vez que los activistas presentan una queja y todas las anteriores han sido ignoradas. Sin embargo los activistas señalaron que esta denuncia debe ser “la gota que derrame el vaso”.
“Esta queja es una prueba más de que esta agencia necesita una reforma magnánima. Esta debe de ser la gota que derrame el vaso de agua”, consideró James Lyall, abogado del Proyecto de Litigación Fronteriza de la Unión Americana para las Libertades Civiles en Arizona.

La situación creciente de migración infantil ha sido declarada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como “una crisis humanitaria” y se prevé que este año unos 90 mil niños intenten cruzar la frontera.

Cuando los menores son detenidos, la Patrulla Fronteriza debe transferirlos al Departamento de Salud y Servicios Humanos en un lapso de no más de 72 horas, y luego deben ser reunidos con sus padres o familiares.
Sin embargo, ante el enorme flujo de menores que llegan a Estados Unidos, la Patrulla Fronteriza se ha visto obligada a albergar a muchos niños en centros locales o a las tres bases creadas por el Departamento de Defensa en California, Texas y Oklahoma, donde los menores son albergados temporalmente y luego son transferidos al Departamento de Salud y Servicios Humanos.

La queja fue presentada por el Proyecto de Derechos Migratorios Esperanza, Estadunidenses por Justicia Migratoria y el Proyecto Florence para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados.

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