domingo, 17 de noviembre de 2013

Una madre habla sobre el abuso sexual de sus dos hijas.

Una madre habla sobre el abuso sexual de sus dos hijas.. Las primeras víctimas de abuso sexual contra menores en Colombia son las niñas menores de 14 años
“A la justicia de este país no le importan los niños”, dice Andrea*, de 42 años y madre de dos hijas: Alejandra*, 13, y Sofía*, 11. Aunque su voz suena animada, esa energía no llega a sus ojos, que lucen apagados; un semblante que tiene una lamentable razón de ser. 


Cuando sus hijas tenían 8 y 7 años, le contaron “llenas de vergüenza” que habían sido abusadas sexualmente por Fernando*, su ex esposo, un médico y padre de las dos niñas. 


Tras estas dolorosas revelaciones, Andrea puso en conocimiento de la fiscalía de la Unidad de Delitos Sexuales, una denuncia por abuso sexual en contra de Fernando. 


Sin embargo, dos años después, el caso fue archivado por la fiscal correspondiente por “inexistencia de hechos”, a pesar de que ambas niñas habían sido evaluadas por psicólogos y psiquiatras de Medicina Legal y del Instituto del Bienestar Familiar, en repetidas ocasiones. 

En todos sus relatos contaban con detalle el tortuoso historial de abuso al que las sometió su papá, y los especialistas consideraban que existían pruebas claras en sus testimonios. 


Fernando* empezó a tener comportamientos abusivos cuando se casó con Andrea; era distante, la aisló de su familia y amigos y con el tiempo el maltrato verbal y psicológico se volvieron cotidianos. Sólo una vez, Fernando la agredió físicamente y Andrea se separó de él.


Con el tiempo y con la esperanza de que las cosas cambiaran, reanudaron su relación. Según ella, al inicio el trato era amable, pero pronto las conductas agresivas retornaron, y esta vez sus hijas eran parte de la dinámica. 


En esta época comenzaron los abusos sexuales y el comportamiento de las niñas tuvo un cambio radical que empezó a preocupar a su madre. 


“Tenían pesadillas casi todas las noches, lloraban constantemente e Isabela, quien solía ser buena estudiante, empezó a decaer en el colegio y a decir que no entendía nada en las clases”, continúa Andrea.


Las pequeñas empezaron a rechazar a su papá, un temor que con el tiempo se convirtió en aversión, y que resultaba un enigma para los psicólogos, los psiquiatras y para ella misma. 


Después de la confesión las niñas fueron sometidas a diferentes valoraciones, pero era Alejandra quien se mostraba más afectada, hasta el punto de amenazar con hacerse daño en varias ocasiones. 

La primera vez que habló de suicidio tenía siete años. Escribió una carta de despedida y le regaló a su hermana sus cosas favoritas. Afortunadamente, su mamá logró detenerla: “su comportamiento es inestable, algunos días está bien, en otros no sale de la depresión”.


Un caso tortuoso


Andrea agotó todas las instancias judiciales institucionales. Desde los juzgados penales, hasta la Corte Constitucional, en donde en Octubre del 2013 fallaron negando la revisión de la tutela interpuesta por ella para reabrir la investigación que en varias ocasiones fue archivada. El caso se cerró y Fernando fue exonerado de toda culpa por el delito de abuso sexual.

Alejandra y Sofía cuentan con el apoyo de especialistas y de su familia, sin embargo, y sobre todo para la primera, las heridas están muy frescas, y este es el gran lamento de Andrea: “cada día es una lucha, lo único que me interesa es que ella recupere lo que perdió”. 


Violencia sexual de niños en Colombia 


Las niñas son las más afectadas por la violencia sexual en Colombia. Según el Instituto de Medicina Legal, hasta septiembre de este año se habían presentado 11.333 casos de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes, de los cuales, 9.423 casos, fueron de niñas. 


El informe también expone que los rangos de edad en los que más se presenta esa forma de violencia, están entre los 5 a 9 años, con 3.106 casos, y el de 10 a 14 con 5.097. En la mayoría de los casos, los abusadores eran familiares. 


Aunque las cifras son extremadamente alarmantes, y son una clara señal de la fragmentación de la familia colombiana, institución permeada por la violencia y la negligencia, solo alrededor del 20% de los casos de abuso sexual hacia menores se conoce. 


Un informe de los doctores Gabriel Lago y Aurelio Céspedes titulado Abuso sexual infantil explica que los abusos sexuales en niños generalmente no son evidentes y que los agresores se “sirven de promesas o amenazas para ejecutar actos que no dejan huella”, haciendo así que muchos casos queden en el silencio, y después, en el olvido. 


*Nombres cambiados a petición de la fuente. 

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