miércoles, 26 de octubre de 2011

¿PERDÓN?



Cuando se habla de las fases del proceso de curación surge inevitablemente la pregunta ¿y el perdón qué? El único perdón necesario es el perdón a una misma. Fomentar la compasión o el perdón por el agresor o por los familiares que no te protegieron “no es” una parte necesaria en el proceso de curación. No es algo que se haya de esperar, ni a lo que aspirar. No es la meta.
Si bien hay una cierta necesidad de llegar finalmente a una resolución, a hacer las paces con el pasado y dejarlo de lado para seguir avanzando, el hecho de que el perdón forme parte de esa resolución es un asunto personal. Es posible no llegar nunca a una actitud de perdón y eso
ES PERFECTAMENTE CORRECTO.¿Perdón? Tengo mis dudas, aceptación podría ser, pero no perdón. Aceptación de quién era él y de lo que me sucedió. Porque no existe la manera de cambiarlo. Pero no puedo perdonarlo. Me robó veinte años de mi vida.
Muchas mujeres tratan desesperadamente de perdonar. Las supervivientes han dicho muchas veces lo estancadas que se sienten. Desesperan de curar completamente, pero no pueden imaginarse perdonando a la persona que abuso de ellas. Pero como dice Ellen en sus talleres: “¿Por qué tienes que perdonar? Primero te roban todo lo demás ¿y después quieren también tu perdón? Deja que ellos se perdonen a sí mismos. Tu ya has dado demasiado”.


¿QUÉ ES EL PERDÓN Y QUIEN SE BENEFICIA DE EL?


Es verdad que finalmente hay que renunciar al intento de obtener algo del agresor. No es necesario acelerar este proceso. ES APROPIADO Y VALIENTE BATALLAR DE LA MANERA QUE SE PREFIERA. Sin embargo, llegando el momento, seguir tratando de obtener de los agresores lo que ellos no están dispuestos a dar es continuar atrapada. Llega el momento en que lo que se siente por el agresor es menos importante que lo que se siente por una misma, por la vida presente y futura. Lo que le ocurra al agresor deja de ser prioritario. “YO soy mi prioridad!” Se pudra o no se pudra el agresor, yo voy a continuar con mi vida. Se reconoce que muchos de los problemas presentes nacen del abuso pasado, pero también se reconoce que se tiene el poder de hacer cambios satisfactorios. Esta postura no es incompatible con la rabia.


De: El Coraje de Sanar de Bass y Davis p. 211-213

Por: Alma Bojórquez Verdugo
Cuando una amiga hiere nuestros sentimientos sin darse cuenta y se disculpa, la perdonamos. Ya no la culpamos. La relación se arregla. Nos reconciliamos y continuamos confiando y respetándonos sin que queden residuos de rabia entre nosotras, Ese tipo de perdón (renunciar a la rabia y perdonar al agresor, restablecer una relación de confianza) no es necesario para sanar el trauma de haber sufrido abusos sexuales en la infancia.
NO ERES MÁS VIRTUOSA NI VALIENTE SI PERDONAS!
Para saber que es exactamente el perdón buscamos en el diccionario y encontramos estas definiciones: 1. Dejar de sentir resentimiento contra el ofensor. 2. Renunciar a exigir compensación por parte del agresor; eximirlo de compensación económica.
Hay entonces dos elementos en lo que llamamos “perdonar”. Uno es que renuncia a la rabia y se deja de acusar al agresor; se disculpa de lo que hizo. El otro elemento es el que renuncia a obtener algún tipo de compensación de parte del agresor. Se renuncia a la compensación económica, a un reconocimiento de culpa, a una disculpa, al respeto, amor, comprensión, a todo. Al separar estos dos aspectos del perdón es posible discernir entre lo necesario e innecesario para sanar del abuso sexual.
Y NADA DE ESTO PERDONA NI PERDONA NI DISCULPA AL AGRESOR.

1 comentario:

  1. Como profesional que trabaja años en este tipo de problema, saludo su excelente trabajo desde Perú, y comparto en facebook sus enlaces. Soy Lili Marín y mi blog también está dedicado mayormente a prevenir todo tipo de maltrato. ¡Felicitaciones nuevamente!

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Muchas gracias por tus comentarios