“AY, CARIÑO: PERDONA Y OLVIDA”

Es injurioso decirle a una superviviente que debe perdonar a la persona que abusó de ella. Ese consejo resta importancia y niega validez de sus sentimientos. Sin embargo, el perdón siempre será un tema en el que van a insistir una y otra vez las personas que se sienten incómodas con la rabia o que desean que una se controle. Si bien no hay razón para seguir “furiosa” eternamente, no hemos de permitir que nadie nos obligue a trocar la rabia por “el bien superior” del perdón.

Cuando se tienen fuertes ataduras religiosas, sobre todo cristianas, es posible pensar que es un “deber sagrado perdonar”. Eso, tal cual, no es verdad. Si existe un perdón divino, eso es asunto de Dios, no de una. Si durante el curso de la curación surgen de manera natural y espontánea sentimientos de compasión y perdón, fabuloso. Pueden ser una parte importante para la curación, pero no si se fuerzan porque se cree que hay que sentirlo.

Tratar de perdonar es un inútil cortocircuito en el proceso de curación. Tratar de acelerar las cosas para poder “llegar al perdón” es una de las maneras más rápidas para desvalorizarse. Nadie perdona por intentarlo. Si el perdón de los demás ha de formar parte de la curación, y no es necesario que lo sea, ocurrirá solamente cuando hayas pasado por todas las fases de recordar, llorar, lamentar, enfurecerse y continuar adelante.

De: El Coraje de Sanar de Bass y Davis p.213-214

Por: Alma Bojórquez Verdugo

“Sanar depende mucho de ser capaz de perdonarse a una misma, no de ser capaz de perdonar al que cometió el abuso. No creo que valga la pena desperdiciar momento alguno en tratar de perdonar al agresor. No tratas de perdonar a Hitler, ¿verdad? NO PIERDAS TU TIEMPO. Hay otras muchas cosas que hacer en la vida. El perdón de una misma es lo importante, y cuando se comienza a sentir ese perdón, éste se extiende naturalmente a las demás personas del mundo. Comienzas a tener una comprensión de lo que es la humanidad. Puedes ver cuando alguien hace algo correcto. Eres capaz de responder a un acto de amor, a un acto humano. Y de eso se trata el perdón”.EL PERDÓN NO ES EL GRAN PREMIO. SÓLO ES UN SUBPRODUCTO, Y NI SIQUIERA IMPORTANTE.